sábado, 5 de junio de 2010

¿Mi zona de confort?


Un beso…es gastarse en una boca el corazón. (Jorge Luis Borges)
Abro el siguiente artículo con esta frase tan increíble del famoso Borges quien en nueve palabras ha logrado describir con la mayor sutileza y elegancia del mundo una de las acciones más maravillosas que puede hacer un ser humano en otro.
Un beso no estamos hablando únicamente del de pareja sino también de la variedad que existe como uno entre amigos, familia, compañeros, etc., esta acción meramente humana se da al recibir el permiso de la persona que lo recibe, es decir que se nos ha dado la autorización de traspasar su zona de confort.
Para la mayoría de las personas es realmente desconocido este concepto de zona de confort, a pesar de que de alguna u otra forma todos sabemos que la poseemos. Este concepto no es más que la referencia imaginaria del espacio personal que usted y yo poseemos, es decir que todos contamos con un espacio alrededor nuestro en el cual nadie puede entrar sin nuestro consentimiento y que me permite estar en paz conmigo mismo. Todo este concepto comenzó con un estudio más antiguo llamado proxémica, el cual estudia la utilización personal y social que hacemos los seres humanos de nuestro espacio.
El concepto de “espacio personal” tiene una influencia directa y esta es la cultura, dependerá del conocimiento de esta la cercanía o proximidad que nosotros tengamos hacia una persona. Por ejemplo, cuando nos enamoramos de una persona, la proxémica nos dice que nuestro acercamiento es diferente que al de un amigo y esto es porque también dentro de ello influye directamente el afecto que tengamos por alguien así como la atracción física de los cuerpos.
Para los comunicadores es muy importante conocer estos términos pero más que conocerlos deben ponerse en práctica, nuestro público en ningún momento debe sentir alguna invasión o violación de su zona de confort ya sea cuando estamos entrevistando a alguien, a la hora de hacer reportajes o algún otro trabajo que se nos encomiende.
Debemos reconocer que la cultura salvadoreña tiende a confundir los espacios personales de los demás, no respetamos el territorio de la otra persona y nuestros saludos son en su mayoría muy cercanos; otras culturas como la norteamericana tienden a guardar un poco más de distancia entre ellos ya que la forma de expresión no verbal es distinta y se vuelven fríos en ese aspecto de cercanía.
Hablar de la proxémica necesita mucho más que una revista entera porque hemos visto que puede llegar a ser un asunto anatómico, lingüístico, semiótico e incluso físico; sin embargo resumiremos que acciones como dar la mano en señal de un saludo hasta un beso como muestra de afecto deben de regirse a la autorización consciente que no es manifestada verbalmente sino que la recibimos de la otra persona a través de sus gestos de agrado que dará como resultado un buen estado de comunicación en este caso, no verbal.

MORE THAN WORDS

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En comunicaciones aprendes a descubrir el mundo de los medios y la informacion de ésta se convierte en parte de ti mismo